Un lugar con bosques y barrancas, algarrobos y quebrachos centenarios, guardianes de la identidad y dignos de conservar; un espacio abierto y verde, la geografía y la historia unidas en la ciudad de Diamante
Por Gastón Emanuel Andino
Tierra Chaná es una reserva natural ubicada en Diamante, se trata de un área protegida que abarca 85 hectáreas y fue incorporada al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas conforme a la Ley N°10.479.
Esta reserva cuenta con tres senderos habilitados, los cuales incluyen carteles que señalan distintas especies de árboles y miradores, el municipio ofrece guías capacitados para acompañar a los visitantes. Además, Tierra Chaná es un espacio que combina turismo en la naturaleza con otras actividades como el running y el senderismo, y se encuentra cercana al Parque Nacional Pre-Delta. La reserva también alberga especies protegidas, como el quebracho blanco, declarado Monumento Natural Municipal, que puede superar los 500 años de antigüedad.
Tierra Chaná es además una reserva natural urbana que contiene un valor ecosistémico, abarca tres áreas como los son: la pampa entrerriana, el monte de espinal y desde donde observamos, la tercera que es el delta superior del Paraná. Dicho lugar contiene especies centenarias de flora que actualmente se encuentran protegidas por la ordenanza municipal como: algarrobos negros y quebrachos, además ñandubay, guaranina, viraro, virahu, tembetarí, chañar, aromito, ombú, molle, guayabo colorado, canelón, sombra de toro, curupí, ceibo, tala y garabato negro, entre muchas otras. El lugar posee sectores de bosque nativo propios de la barranca, con algarrobos y quebrachos blancos centenarios, guardianes de la memoria, dignos de conservar para que los diamantinos de las presentes y futuras generaciones puedan conocer y disfrutar como así también visitantes. La reserva cuenta con una variedad de vegetales, en algunos sectores combinados con especies exóticas que se irán reemplazando a medida que se vaya regenerando el monte nativo, mediante un vivero de especies que pueda ir repoblando el monte, además de utilizarlo para recorridos educativos que creen conciencia en nuestros niños y jóvenes.
Algunos de los árboles nativos que se pueden apreciar son: algarrobo negro, quebracho blanco, viraró, virá-hú, chañar, aromito, ombú, molle, guaraniná, guayabo colorado, canelón , sombra de toro, tembetarí, curupí, ceibo, tala y hasta el garabato negro, que es una especie que no se encuentra, por ejemplo, en el parque Nacional Pre Delta. Se destacan además helechos de diferentes tipos. Conviven además especies nativas y características de nuestra región como tipas, jacarandás o aguaribay, y otras exóticas como eucaliptus, ligustro, mora, higuerilla, paraíso o acacia negra.
La frontera agropecuaria se cobró parte de los montes que naturalmente nos identifican, hoy en la región es un ambiente que prácticamente desapareció donde los ñandubay, solo se conocen como postes de alambrado. Son símbolos que representan la paz, la sabiduría, además la paciencia, integridad y trabajo en equipo. Guardan la memoria natural, nos generan conciencia para recordar quienes somos, nos cuidan, nos sanan, y nos permiten aprender, no mezquinan sabiduría ni medicina que a cualquiera que se siente debajo de ellos, se la brindan sin excepción.
Las especies de aves que habitan el área son típicas del espinal entrerriano y otras propias del valle de inundación del Paraná que, ocasionalmente dada su cercanía, pueden utilizar algunos ambientes del predio. Entre las más destacadas se encuentran: el cardenal común, reinamora, chinchero grande, cachalote castaño, carpinterito de los cardones, halcón plomizo, mosqueta ojo dorado, tacuarita azul, carpintero blanco, naranjero, celestino, achará, halcón peregrino, chororó, gavilán mixto, halconcito colorado, milano blanco, carancho y chimango, cotorra común, inambú chico (perdiz), lechuza de campanario, caburé , alilicucu común, ñacurutú, chiviro de collar, chiviro gris, Juan chiviro, entre otras especies.
Siguiendo con la línea de la fauna, entre los mamíferos se encuentran especies como: gato montés, zorro de monte, cuis, liebre, comadreja overa, zorrino, hurón y coipo. Algunos de los reptiles que habitan estos montes son el lagarto overo, yarará, culebras y entre los anfibios: sapo cururú, rana criolla, ranita del zarzal, ranita aceituna, escuercito americano, entre otros.
El proyecto “Tierra Chaná” ha sido uno de los trabajos de integración y puesta en valor dentro de los terrenos de las Termas de la Municipalidad de Diamante, ex terrenos del Ejército Nacional que contiene la Reserva Natural Urbana según la ordenanza municipal. El lugar combina el turismo en la naturaleza con el turismo activo, dos de los principales productos a desarrollar en el nuevo escenario post pandemia en lo que respecta al turismo de la ciudad.

Los Senderos brindan una oferta turística en el territorio y atraviesan espacios naturales destacados que incluyen bosques en galería, montes de barranca y pastizales. Además comprende una mezcla entre historia ancestral y reciente, hierbas medicinales y una de las mejores vistas de la ciudad y el río Paraná. Un espacio ideal para los ciudadanos y turistas que buscan interactuar con la naturaleza y la adrenalina. Acompaña al ya posicionado parque nacional Pre delta.
Algunos de los caminos con los que cuenta la reserva son: Camino de las Vías: el recorrido incluye un paseo por las vías del antiguo ferrocarril, atravesando dos puentes ferroviarios de origen inglés. Abarca más de 1 kilómetro caminando por las vías que supieron llegar hasta el Puerto de la ciudad. Recorre además un atractivo cañadón que lleva hasta el Cerro de la Cruz. Siguiendo por este camino se encuentra una zona de monte de algarrobos hasta llegar a los quebrachos abuelos que poseen una antigüedad de más de 500 años y serán reconocidos como Monumento Natural Municipal.
Camino de las Alturas: recorre 4 kilómetros cruzando un arroyo y atravesando numerosos miradores como el Mirador del Pastizal, Mirador de los Loros, Mirador de los Suspiros, Mirador de la Paraná, de la Palmera, Mirador de los Quebrachos y Mirador de los Garabatos. Atraviesa partes de monte y barrancas, que muestran un ejemplar del bosque en galería y representa la identidad local arbórea, más adelantes se ingresa a lo que fue el Regimiento Nacional. Y, siguiendo por este camino se encuentra el Tanque Mirador, lugar en el que se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad y el río en todo su esplendor.
Camino del Abrojo: es un recorrido de turismo activo que abarca un arroyo en dirección al Mirador del Pastizal, uno de los biomas que contempla. Luego recorre una serie de miradores sobre el borde de barranca donde se puede visualizar el río Paraná y el Balneario Valle de la Ensenada llegando a la loma más alta. Otros dos caminos con los que cuenta la reserva son: Camino de los Puentes y Camino de las plantas medicinales.
Tierra Chaná es un espacio ideal para el público en general con la intención de sumar conocimientos útiles, a partir del encuentro con una diversidad de flora, fauna y una experiencia gratificante con la naturaleza. Un lugar que alberga historicidad en cuanto al uso de plantas medicinales que surgió de un complejo vínculo establecido por las culturas ancestrales con la naturaleza en el que la magia, la religión, las ceremonias y rituales tuvieron un lugar tan importante como la misma planta. Ese conocimiento ha sido transmitido a través de la palabra en los pueblos originarios, también dentro de las familias y actualmente ha llegado a la ciencia. Dentro de las actividades que ofrece el lugar se pone énfasis en el cuidado del medio ambiente la biodiversidad, el respeto y gratitud a la Madre Tierra.

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