El Estado acordó con Ivón Kramer el pago por deudas de la liquidación del complejo fabril de Santa Elena, iniciado en 2002. En un sector de la planta permanecen esparcidos los telegramas de despidos del siglo pasado
Por Vicente Joaquín Suarez Wollert
Santa Elena se recuerda por muchas cosas, pero sobre todo por ser el gran emblema de la industria entrerriana: sus obreros y obreras llegaron a faenar más de mil cabezas de ganado por día en su época de esplendor y se convirtió en referente del litoral argentino en el rubro cárnico. Giró a través de distintas firmas comerciales a lo largo de los años con alemanes, ingleses y argentinos al frente de la producción. Sin embargo, poco tiempo después de su privatización, el Frigorífico Regional bajó persianas y dejó en la calle más de 2.000 trabajadores, una herida que todavía divide opiniones y acalora los debates en la comunidad. Pasados más de 30 años de su cierre, la liquidación concluye en comodísimas cuotas y el Estado Provincial “recupera” 7.300 millones de pesos en sus arcas.
A través del decreto Nº 4.125, dictado el último 27 de diciembre y publicado el viernes 7 de febrero en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo ratificó el convenio de pago firmado por la Fiscalía de Estado y la contadora Erica Ivón Kramer, quien se desempeñó en la Liquidación del ex Frigorífico Regional Santa Elena. El Estado le reclamó la “conducta omisiva en cuanto al recupero de las sumas abonadas en concepto de honorarios profesionales y que en principio no estaban a cargo del Estado Provincial, así como la falta de mantenimiento de los embargos trabados y posterior ejecución de los bienes que pertenecían a estancia Las Mulas SA, desafectados por su inacción”. Según la publicación, Kramer habría reconocido voluntariamente la deuda comprometiéndose a abonarla.
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