Milei y una política absoluta de claudicación nacional

No es un hecho menor la visita del Jefe del Comando Sur, Alvin Holsey y la actitud festiva del presidente y sus ministros. Reafirma la línea de subordinación total 

Por Eduardo Mariano Lualdi – Coordinador Nacional del Foro Patriótico y Popular

No es un hecho menor la visita del Jefe del Comando Sur, Almirante Alvin Holsey y la actitud festiva del presidente y sus ministros y colaboradores. Reafirma la línea de subordinación total del gobierno de La Libertad Avanza al eje imperialista y colonialista de EEUU, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte e Israel. A casi un mes del compromiso de Javier Milei anunciado en el Monumento a los Caídos en la Guerra Nacional de Malvinas de la plaza San Martín, en CABA, de aceptar el derecho a la autodeterminación de los británicos ocupantes de Malvinas, es decir, a la independencia. Una provocación incalificable de parte del presidente de la Nación, en el monumento que preserva el nombre de los 649 héroes nacionales que dieron la vida defendiendo la patria de la agresión colonialista británica.

Es poco lo que se sabe de los acuerdos de Milei con el militar estadounidense. La noticia que circula es que solicitó, entre otros compromisos, que se remuevan las trabas formales para el libre funcionamiento del radar en Tolhuin, de la empresa de EE.UU. Leolabs, (seguramente del Pentágono), que integra una cadena de radares para el seguimiento de misiles en la capa inferior de la atmósfera terrestre. Es parte del dispositivo de guerra del eje Washington-Londres-Tel Aviv que busca consolidar posiciones en vistas a una posible tercera guerra mundial.

El radar de Leolabs nunca ha dejado de funcionar, pero distintos reclamos, algunos de los veteranos de la guerra nacional de Malvinas, crean una situación incómoda para EE.UU., el gobierno nacional y el de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Remover esta molestia, está en interés del jefe del Comando Sur.

Los factores de una posible guerra mundial han crecido con el advenimiento de Donald Trump y su declarada guerra comercial. Sigue la guerra imperialista de Rusia contra Ucrania, el genocidio del pueblo palestino por parte del gobierno fascista y genocida de Netanyahu, crece la amenaza de ataque a Irán, y peligrosos nubarrones de guerra envuelven a la India y Pakistán, una confrontación difícil de dimensionar en sus consecuencias. Vivimos en un mundo en el que hay 92 conflictos armados de distinta intensidad. En este mundo, el gobierno de La Libertad Avanza, se subordina cuerpo a tierra a los intereses de uno de los bloques imperialistas, y avanza en la liquidación de lo poco que aún se conserva del sistema de defensa nacional

Acorde a estas decisiones, en paralelo, avanza la transformación del instrumento militar. Por resolución del ministro de indefensión nacional, Luis Petri, los integrantes de las fuerzas del Ejército y la Armada, trasladados a la frontera norte, comenzarán a ejercer sus nuevas funciones de policía. En poco tiempo, las fuerzas armadas se transformarán en simples fuerzas policiales de frontera (¡si hasta podrán detener por flagrancia!), y las originales fuerzas de frontera, Gendarmería y Prefectura, se liberarán de sus verdaderas funciones, para seguir apaleando jubilados todos los miércoles, de acuerdo al deseo de la ministra Bullrich, partidaria de acallar los reclamos a puro gas lacrimógeno y gas pimienta.

Resulta humillante que este plan de indefensión nacional lleve el nombre del libertador General Martín Miguel de Güemes, único general argentino muerto en combate por la libertad e independencia.

El libertador general Güemes fue un revolucionario, parte de la pléyade revolucionaria que luchó por la independencia americana, incluso dando la vida, por una patria americana libre de todo dominio extranjero, sin amo viejo ni amo nuevo.

Güemes es el opuesto total a figuras como Milei, Petri o Bullrich, quienes llevan a la Argentina a ser una humillada colonia a las órdenes de EE.UU., el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte e Israel, y también de otras potencias imperialistas. Su ejemplo revolucionario debe ser la guía de todo patriota y todo verdadero demócrata, para ver brillar de nuevo el glorioso sol del 25 de mayo, cuando el pueblo impuso la primera Junta de Gobierno Patrio, y dio comienzo a la última etapa de la lucha continental americana por la independencia.

Otro acuerdo para la indefensión

En un nuevo escalón de sumisión nacional ante el colonialismo británico, Patricia Bullrich, informó, a través del propio ministerio que encabeza, que renovó el Memorándum de Entendimiento sobre seguridad, que incluye aspectos claves como la ciberseguridad, área en la que nuestro país es completamente vulnerable, producto de las políticas de indefensión nacional llevadas adelante durante décadas.

Se trata de la renovación de un memorándum firmado en 2018 y que fue parte de los Acuerdos Foradori-Duncan, hoy reeditados por los Acuerdos Mondino-Lammy.

Forjar lazos más fuertes con los colonialistas británicos por parte del gobierno de La Libertad Avanza, es uno de los ejes estratégicos en política exterior de la gestión de Milei, Petri y Bullrich.  

La potencia ocupante ha reforzado su capacidad militar en las Islas Malvinas y todo el Atlántico Sur con el múltiple propósito de mantener su amenaza sobre la porción continental de nuestro país, el Sector Antártico Argentino, el control de nuestro extenso litoral marítimo y del estuario del Río de la Plata que es la entrada a los ríos interiores hasta el corazón de América del Sur.

Al respecto, debe señalarse, como lo hace Guillermo Carmona en una nota de su autoría, que, en 2017, el Reino Unido contrató tecnología de punta en materia de defensa antiaérea, electrónica y ciberseguridad con la adquisición del sistema israelí Rafael Advanced Defence Systems. Componentes de ese sistema se encuentran incorporados en el sistema Sky Sabre por las fuerzas militares británicas en Malvinas. 

Los Acuerdos Mondino-Lammy, los concretados y desconocidos con el jefe del Comando Sur, estos firmados por Patricia Bullrich, los acuerdos con el FMI, expresan la decisión del gobierno de subordinar a nuestra nación a los intereses de EE.UU., Inglaterra e Israel.