El 2 de mayo se realizó un acto para recordar a los caídos durante la gesta de Malvinas en el crucero ARA General Belgrano. “Yo levanto la bandera de mi papá para que todo el mundo lo conozca”, señalaron
Por Pablo Felizia
Eran las 15.30 del 2 de mayo. El sol pegaba fuerte sobre la costanera baja de Paraná. A un costado se encontraba el ARA General Belgrano a escala, una obra de arte patriótica de Sergio Titi Gammella. Enfrente, la Banda de la II Brigada Aérea comenzaba con sus primeros acordes. Había veteranos de guerra de Malvinas, sobrevivientes del buque, familiares de caídos. Entre otras, la familia Zárate dio el presente como en cada acto para recordar a su héroe, un héroe de esta nación, de este pueblo.
Micaela y Marcela Zárate son hijas de Sergio Rubén Zárate, caído en el Belgrano tras su hundimiento; dos misiles del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte impactaron de lleno: una orden impartida por Margaret Thatcher que se cobró la vida de 323 patriotas. Sergio Rubén era cabo primero cocinero y las hermanas con sus familiares llevan más de tres décadas en la capital provincial.
“El mensaje que podemos dar es que no se olviden, que no se olviden nunca de ellos. Hasta que me muera siempre lo voy a recordar y no solo a mi padre, sino a todos”, dijo Marcela a El Telégrafo de Entre Ríos. ¿Pero a quién le pide Marcela que no se caiga bajo la tristeza del olvido? “Al pueblo argentino, que no se olviden de ellos”, contestó.
“Nunca, nunca se olviden. Porque ellos dieron la vida por la Patria, por nosotros y eran jóvenes. Pasaron frío, hambre y así mismo combatieron”, dijo Micaela por su parte.
Si hay algo que Inglaterra nunca pudo tolerar, es que Argentina se haya animado a recuperar Malvinas. La repuesta fue el hundimiento del ARA General Belgrano. El acto, en este 2 de mayo, estaba por iniciar. Hubo palabras de agradecimiento y algunas notas de referentes de la política provincial y municipal que no se hicieron presentes, pero mandaron sus saludos. Se entregaron ofrendas florales en el monumento a los caídos y tras el minuto de silencio se nombró a cada uno de los caídos en combate en el crucero. La actividad fue organizada por el Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas.
“Nosotros también la pasamos mal. Yo tenía 8 años cuando mi papá fue a Malvinas, mi hermana 5, imagínate. Éramos muy chicas y hasta el día de hoy seguimos esperando a nuestro papá que regrese, poder verlo, tener la oportunidad de despedirnos, poder ir a un lugar donde dejar una flor o algo, algo que no podemos”, contó Marcela con sinceridad y ternura.
Micaela dijo que al año pasado viajaron a Malvinas y le rindieron honores a su padre y al resto de los caídos y entre las dos hermanas contaron que es importante mantener el legado de quienes combatieron, del heroísmo, del amor por la Patria.
“La soberanía es nuestra historia, parte de la historia de la Argentina. Ella es mi nieta”, dijo Marcela y luego de señalarla, agregó: “Y ella sabe que tiene un bisabuelo que murió en Malvinas, y yo pienso que es historia argentina y te vuelvo a decir, no se puede olvidar. Más allá que nosotros como familia hasta el último día siempre lo vamos a recordar y a todos, todos debemos hacerlo”.
Para Micaela el reconocimiento a los caídos es una de las claves. “Más allá de que tenemos a los veteranos en vida que todo el mundo los conoce, también queremos que se sepa de nuestros caídos. Yo levanto la bandera de mi papá para que todo el mundo lo conozca y sepa que hay héroes que cayeron y que el día de mañana mis hijos puedan seguir el legado mío. Ellos van a seguir recordando a su abuelo, los nietos que vengan van a seguir recordando a sus bisabuelos”, dijo. La familia tenía una bandera con el dibujo de la silueta del Belgrano.
Cuando hundieron al Belgrano, las hermanas eran niñas y mucho no se acuerdan. Pero tienen la referencias: Sergio Rubén era un buen hombre, joven, amoroso, muy trabajador. Ellas están preocupadas porque sienten que no todos conocen la historia y que falta mucho en la tarea de malvinizar.
Durante el acto había un puñado de vecinos junto a los familiares y a los veteranos. Todos se acercaron al borde del río donde se realizó una ofrenda floral. Tras la Marcha de las Malvinas hubo un “Viva la Patria, viva a los héroes de Malvinas y viva a los veteranos de guerra de Malvinas”. Todos respondieron con un “¡Viva!” y de a poco el lugar quedó vacío. Algunos aprovecharon para sacarse fotos con el Belgrano a escala, las banderas argentinas flameaban a lo lejos. Inglaterra y sus socios en la Argentina saben muy bien: sea como sea, no hay olvidos ni renuncia ni perdón.


