Denise Almeida y el legado de malvinizar por la soberanía

Una nieta le prometió a su abuelo seguir sus pasos, la de llevar la causa de Malvinas a donde quiera que vaya. Tiene 14 y va a la escuela Tratado de Oriente de Paraná. La música, los sueños y la Caminata de las Antorchas

Por Pablo Felizia

Caían algunas gotas en el Hospital Militar de Paraná. Una niña y su hermano estaban sentados bajo un techo en un patio interno, era junio de 2023. “Voy a agarrar la posta”, dijo entonces Denise Isabella. Hubo un silencio. “Sí”, respondieron dos hombres con barba que miraban a la nada, también sentados bajo el techo. Hacía frío. Adentro, en una de las habitaciones, el Veterano de Guerra Luis Sacha Almeida ya no habría sus ojos y el pronóstico, aseguraban los médicos, era irreversible. 

Una enfermedad, una de tantas, le había robado sus últimas fuerzas. Todos esperaban, momentos después iban a permitir el ingreso de familiares y amigos para despedirse. 

¿Qué juró la niña Denise Isabella Almeida, frente a su abuelo, en la sala del Hospital Militar, una mañana fría de junio de 2023, cuando todavía caían algunas gotas?  

El hermano de Denise se llama Nazareno, su papá Ezequiel, su mamá Verónica. Casi dos años después, una siesta de sol, en el barrio San Agustín, la joven paranaense agarró una flauta traversa e interpretó el comienzo del Himno Nacional. “Me falta ensayar”, dijo, porque todavía necesitaba ajustar algunas notas. “Sí, hay que ensayar”, se escuchó a su mamá desde otra  habitación. 

Verónica y  Ezequiel son músicos, buenos músicos y su hija, con sus 14 años –en mayo cumple los 15– ama el folklore, el rock nacional y si bien empezó con el piano, fue la flauta traversa el instrumento que ahora eligió. Denise va a la escuela Tratado de Oriente, queda sobre calle Corrientes y como todavía es de día a las 7 de la mañana a veces camina las cuadras que la separan de la casa materna. Aseguró que en dos semanas, cuando esté todo oscuro a esa hora, va a ir siempre en colectivo.

La música y la dedicación

Desde el año pasado y por iniciativa del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Paraná, la Caminata de las Antorchas se llama “VGM Luis Sacha Almeida, Sin Malvinas no hay Patria”.  Durante casi una década y media, una Bandera Argentina, con esa frase, encabezó esa iniciativa de paranaenses que acompañan a la Vigilia por el 2 de abril. Siempre con un fuego, una antorcha, que simboliza a cada uno de los caídos en la Gesta, que los reivindica como héroes por haber defendido la soberanía y la integridad territorial de nuestro país. 

En las primeras ediciones, Denise iba en cochecito y hoy quiere invitar a sus compañeros de la escuela: “Me gustaría mucho que acompañen la Caminata de las Antorchas para aprender lo que fue para otros la Guerra de Malvinas y también poder contagiarse de esa pasión que tienen todos los veteranos y familiares; es el deseo de luchar y de acompañar esa lucha que es recuperar las Malvinas y tener soberanía”, dijo a El Telégrafo de Entre Ríos.  

Luis Almeida, el Veterano de Guerra, recorría las escuelas, instituciones, ciudades de la provincia. Daba charlas, participaba de paneles, explicaba que la causa de Malvinas era todo el año, que había que reivindicar a los próceres de la Patria como Belgrano y San Martín. Una vez, hace muchos años ya, emprendió una caminata, un recorrido, con una antorcha encendida. Fueron los primeros pasos de una propuesta que se mantuvo en el tiempo. Muchos de quienes se acercaron a la causa de Malvinas, lo hicieron tras escucharlo hablar. Hubo años en que llovió tanto para el 1º de abril que solo participaron cuatro o cinco personas de la caminata e igual se hizo, como siempre; también hubo otras ediciones con más de 300 personas que cantaron las marchas y el Himno rumbo a la Vigilia. 

Luis Sacha Almeida: “Sin Malvinas no hay Patria”

“Mi abuelo era un hombre con mucha personalidad, era valiente y también muy fuerte emocionalmente, muy directo con lo que él quería; también fue una gran persona que dio muchas enseñanzas como el amor a la Patria, el amor por la historia y de cosas básicas como los modales o aprender a escribir o a hacer matemáticas. Siempre de chica supe que él sabía mucho y me compartió eso. De Malvinas me hablaba todo el tiempo, todos los días e igual yo también iba y le preguntaba”. 

Honrar el apellido

Denise contó que quiere estudiar medicina, su abuelo era enfermero y esa, la sanidad militar, fue la tarea que llevó adelante. También le gustaría formar parte de la Banda de Música de la Fuerza Aérea y piensa en buscarle la vuelta para poder hacer las dos cosas. 

El regreso de Luis Almeida, los años posteriores a la Gesta de Malvinas, no fueron fáciles y su historia es la de tantos otros frente a la desmalvinización. “Después de tener estrés postraumático le llevó mucho tiempo de terapia recuperarse. pero nunca soltó lo que para él significan las Malvinas y siempre intentó incluir a la familia en todo eso. Creo en honrar mi apellido, en poder seguir esas ideas de mi abuelo porque para mí también es una de las formas de recordarlo y poder seguir en el camino de eso que le había prometido: continuar con la tarea de malvinizar. Nos prometimos entre los dos de que yo, cuando creciera, iba a hacer lo mismo que él”.

El legado

Agarrar la posta

La siesta avanzaba y algunas motos pasaban por la calle. Hicimos las fotos para ilustrar la entrevista. “Tengo la esperanza de que nuestro país mejore mucho más, en todo lo que es economía, en término de territorio y de relaciones y vida sociales. Es posible que otros jóvenes agarren la posta. Hay muchos que les interesa la causa de Malvinas, yo he conocido bastante y cuando les hablo, les muestro que es posible. Muchos no tienen familiares y no han estado en la guerra, pero empatizan con lo que fue. Lograr que los chicos de ahora agarren la posta es invitar a las escuelas, a las instituciones”, dijo y agregó: “Luis Almeida fue un enfermero con mucha sabiduría, muy valiente, lanzado, aunque le dijeran que no, él siempre iba a ir por un caído o a sacar a alguien de entre las minas. Y siempre se esforzaba por seguir adelante. A veces, cuando digo quién soy en la escuela, por ejemplo, da impresión o me felicitan”. 

Este año, como en ediciones anteriores el Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas y la Dirección Municipal que los nuclea ha trabajado para mejorar las condiciones de la Caminata de las Antorchas; muchos hijos y nietos se pusieron al hombro con el conjunto de las tareas, como también la Comisión de Homenaje a los Héroes de Malvinas. 

¿Cuál es el mayor logro para un hombre? ¿Combatir en la defensa de su patria? ¿Llevar a cuestas una postguerra y malvinizar hasta el último día? Frente a su abuelo ya con los ojos cerrados y ese pronóstico irreversible, aquella maña fría de junio de 2023, en el Hospital Militar, Denise agarró la posta. El 1º de abril, a las 22, volverá a la plaza frente a la Catedral y caminará junto a otros hasta la Vigilia para honrar a los héroes que recuperaron y defendieron la soberanía.