Un joven de Paraná se la jugó por su profesión y dejó todo para dedicarse a aquello que estudió con esfuerzo y dedicación. Algunos sueñan con ser astronautas o jugar en la selección: “Me preguntan: “¿cómo te llamás y a qué te dedicás?”, cada vez que conozco a alguien. Soy Nico, soy podólogo, respondo”
Por Pablo Felizia
Hay quienes sueñan con ser astronautas, jugadores de fútbol de la Selección Nacional o hasta incluso abogados, ingenieros, arquitectos. Nicolás Heinitz dijo Podólogo y lo hizo con seguridad. Hasta los amigos le preguntaron si no le daba cosa meterse en los pies de otra persona. “Alguien lo tiene que hacer, como la enfermería, es necesario”, respondió. Es que además es un buen tipo. Estudió, mientras estudió trabajó, mientras estudió y trabajó se recibió y hoy inició su camino profesional. “Quiero dedicarme a lo mío al 100%”, señaló mientras ponía sobre la mesa todo su instrumental.
El Telégrafo de Entre Ríos llegó hasta el barrio Padre Kolbe para hablar con ese joven que todas las tardes sale de su casa para atender a domicilio a quienes tienen problemas en los pies como callos, juanetes, uñas encarnadas. En su mayoría son personas mayores –nuestros queridos viejos– que ya no llegan a poder cortarse las uñas.
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