Desde hoy comenzaremos a publicar una serie de notas sobre economía. Las realizará Luis Lafferriere.
Hace muchos años, en la Facultad de Ciencias de la Educación, el profesor de Economía nos enseñaba a varios periodistas de este semanario cómo entender de manera fácil aquello que ocurría. No solo lo debíamos comprender, también teníamos que ser capaces de poder transmitirlo. ¿Qué es un crédito del FMI, qué significa, qué implicancias ha tenido en nuestra historia? ¿Es lo mismo crecimiento económico que desarrollo económico? ¿La economía de un país debe resolver los problemas de su pueblo o las inquietudes de un grupo reducido de personas? Esas eran algunas de las preguntas que nos hacíamos entonces.
Fue por eso que, desde El Telégrafo de Entre Ríos, llamamos al profesor. Necesitamos esa experiencia para que los lectores también puedan contar con el conjunto de herramientas que nos permitan pensar el momento que vivimos. No hace falta decir que aceptó sin ningún pero ni condición. Aquí presentamos su primera nota donde aborda los conceptos que nos van a ayudar a poder entender la economía de una manera didáctica y clara, como eran sus clases.
Equipo de redacción El Telégrafo de Entre Ríos
Luis Lafferriere – Promotor de la Cátedra Abierta Por un Mundo Nuevo
1.- ¿Qué es “la economía”? ¿Por qué una economía para todos?
Llamamos economía al recorte mental que hacemos de cualquier comunidad, cuando nos referimos al modo en que la misma se organiza para realizar actividades que generen bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas. Las actividades económicas, entonces, son aquellas que realizamos socialmente a los efectos de brindar condiciones de vida digna para todos, no sólo las generaciones presentes, sino también para posibilitar que lo disfruten las generaciones futuras.
Y hablamos de una economía para todos en un doble sentido. Primero, porque pretendemos que esa actividad se constituya en la base material que debe sostener una adecuada calidad de vida para el conjunto de la sociedad, garantizando además la preservación de los bienes comunes para las futuras generaciones. Y segundo, porque al constituir una función tan vital para cualquier sociedad, es necesario e importante que toda la comunidad se informe y sepa cómo funciona la economía y si está cumpliendo con su objetivo esencial de garantizar que todos tengan las mismas oportunidades para vivir bien y decentemente.
De lo dicho se deduce que para analizar si una economía funciona correctamente debemos considerar antes que nada un conjunto de indicadores que muestren cómo vive la gente, cómo satisface un conjunto de necesidades elementales y básicas, cómo disfruta de un conjunto de bienes y servicios que deben ser suficientes para que puedan alimentarse, abrigarse, tener vivienda digna, educación y salud garantizadas, y posibilidades de recreación y descanso, que permitan que todos tengan derecho a ser plenamente felices.
Al hablar de que las actividades económicas consideramos cómo se llevan a cabo las acciones de producción y distribución de bienes y servicios, esto es, cómo se organiza cualquier sociedad para definir grandes interrogantes: saber qué bienes y servicios producir, cómo llevar a cabo esa producción, y cómo distribuir entre sus miembros los bienes y servicios generados.
2.- ¿Todas las economías son iguales? ¿Cómo es la economía donde nosotros vivimos?
Sucede que la forma de organización económica, como parte de una organización social, es diferente en cada sociedad y en distintos momentos históricos. Por eso es necesario considerar las particularidades de cada sistema económico, y aún en sistemas económicos similares, en cada contexto nacional y en cada período analizado. Estudiar esa temática es el objetivo de la economía política como ciencia.
Hoy en casi todo el planeta se ha impuesto una forma de organización económica y social que regula las actividades humanas. Es lo que llamamos el sistema capitalista, que es una modalidad histórica que surgió hace unos pocos siglos en algunos países, pero que por su dinámica se expandió muy rápido (en términos históricos) para constituirse en la actualidad en un orden planetario que genera resultados horrorosos, que es imperioso analizar, para poder modificar, cambiarlo y construir un mundo nuevo.
3.- ¿Cómo funciona la economía capitalista? ¿Cuáles son sus lógicas y sus resultados?
Las características de una economía capitalista tienen en común una serie de elementos esenciales. Para iniciar una actividad económica se requiere tener medios de producción, para tomar recursos disponibles, transformarlos y adaptar la naturaleza a nuestras necesidades, a través del trabajo humano. Y en este sistema, esos medios de producción los posee una parte de la sociedad (los capitalistas), y el resto no tiene más que su fuerza de trabajo. Por lo tanto, el capitalista contrata trabajadores para que lleven adelante la actividad económica, y es el capitalista quien decide qué se va a producir, y cómo se hará (con qué tecnología). Y lo que se produce en cada unidad económica (un bien o servicio) no es para el autoconsumo, sino para venderlo en el mercado, a potenciales demandantes.
Pero si bien el capitalista decide qué va a producir y de qué manera, si bien puede hacer lo que desee con su dinero a invertir (su capital), para poder vender su producto en el mercado debe adecuarse de manera obligada a una regla de juego fundamental: la existencia de la competencia. Esto es: puede haber otros capitalistas (otras empresas) que ofrezcan algo similar, y los demandantes en el mercado elegirán a quién comprar. Si eligen a otros, un capitalista no tendrá ventas y su negocio podría ir a la ruina. Por lo tanto, podría perder todo. Como a nadie le gustaría pasar por esa situación, hará lo posible por ser mejor que los competidores.
¿Y cómo ser más competitivo? Ofreciendo mejores precios, más calidad, buenas condiciones financieras, etc. Para eso se requiere tener suficiente dinero para invertir y mejorar. Y la única fuente genuina de dinero que tiene un empresario es lo que gana con su propio negocio. De ahí que la ganancia se transforma en una cuestión esencial: si no gana, no tiene dinero para invertir; si no invierte no mejora y no puede ser competitivo; si no es competitivo perderá clientes y no tendrá ventas; terminará arruinado. En consecuencia, su preocupación central pasa a ser la ganancia. Cómo lograr la máxima rentabilidad posible y ganar clientes y mercado frente a los competidores.
Así se va construyendo un entramado económico y social donde se gesta una conducta y una costumbre necesaria de cada empresario, que lleva a ser la cultura predominante y constituye una gran aberración: lo más importante, esencial, para cualquier persona que decida invertir y realizar una actividad económica es la máxima rentabilidad posible.

4.- ¿Por qué existen tantos problemas para lograr acceder a condiciones de vida digna para sectores importantes en este tipo de sociedad?
Porque en esta economía y en este orden social, para quienes deciden qué van a producir y cómo hacerlo, la prioridad absoluta es lograr la máxima ganancia. Cualquier otra cuestión se subordina a esa prioridad. Aunque para alcanzar ese objetivo se afecte el trabajo humano en la empresa, el ambiente donde se realizan las actividades, la salud de la población y hasta la vida. Un empresario no puede dejar de priorizar su objetivo fundamental de ser mejor que sus competidores, porque corre el riesgo de desaparecer. El trabajador es un costo que el empresario debe reducir lo más que pueda, para tener ganancia, invertir y ser competitivo. El ambiente puede afectarse por contaminación, si evitarlo implica para el empresario incurrir en un costo mayor. Y el precio con que vende debe procurar los ingresos más elevados posibles, aunque haya sectores de la población que no puedan acceder a esos productos.
La consecuencia es que una parte de la sociedad, sin capitales ni trabajo, carece de cualquier medio para acceder a bienes y servicios indispensables para una vida digna. Y otros muchos, aunque con trabajo, no alcanzan a recibir como retribución un ingreso que les permita cubrir un conjunto de necesidades básicas. El resultado es que habrá parte de la población viviendo en la pobreza o en la indigencia, y la economía capitalista con sus lógicas básicas no va a solucionar esos problemas. También habrá una afectación del ambiente y de los bienes comunes que harán insustentables esos procesos, generando depredación y contaminación, que afectarán a comunidades en el presente y en el futuro, aunque el empresario que provoca esos resultados no se preocupará en solucionarlos.
En síntesis, la propia lógica de este sistema tiende a provocar graves problemas sociales y ambientales, que se agigantan a medida que el sistema se expande en todo el planeta.
5.- No todos los economistas explican de la misma manera cómo funciona la economía. ¿Por qué tienen tantas diferencias?
Como en la realidad social no se pueden realizar experimentos para corroborar o desechar diferentes respuestas sobre cómo funciona la realidad y por qué se generan los diferentes problemas existentes, coexisten distintas explicaciones y múltiples escuelas y teorías económicas. Esto es, hay diferentes miradas.
Pero para resumir una gran división entre los economistas y sus explicaciones, hago una gran diferenciación inicial. Ante la gravedad inédita que alcanza la crisis que vive la humanidad, con consecuencias que abarcan gigantescos problemas sociales y ambientales (más de la mitad de la población mundial viviendo en la pobreza y un reducido sector que concentra la riqueza; en tanto la actividad depredadora del sistema ha superado en más del 70% la capacidad del planeta para soportarla), podemos distinguir dos grupos bien diferentes de economistas.
Por un lado, los economistas convencionales, que pueden tener grandes diferencias entre sí (liberales, keynesianos, estructuralistas, etc) pero coinciden en que no hay nada mejor que este sistema capitalista. Y por otro lado, los economistas críticos, que sostienen que la esencia del capitalismo ha generado los graves problemas, y su continuidad sólo conducirá a la humanidad al abismo. Mi posicionamiento es con este último grupo, y mi objetivo es contribuir a la construcción de un mundo nuevo, donde la prioridad de la actividad económica sea la defensa de la vida y el objetivo sea lograr condiciones de existencia digna para todos.
En tal sentido, y como una apreciación subjetiva y personal, considero que los economistas convencionales se preocupan por ocultar o justificar las grandes aberraciones que ha provocado el sistema capitalista, y que nos ha llevado a la crisis civilizatoria que vivimos a nivel planetario. No buscan explicar cómo funciona realmente esta sociedad.
Por el contrario, el rol de los economistas críticos es poner en evidencia la verdadera esencia genocida y biocida de este sistema, que como afirmara el anterior secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon: “la humanidad se encamina hacia el precipicio y tiene los pies atados al acelerador”.
Sólo un diagnóstico acertado de la realidad y del origen de sus principales problemas, puede servir para poder dirigir el rumbo de la humanidad a una realidad diferente, con sociedades donde se priorice la vida y no la ganancia, la solidaridad y no el egoísmo, la cooperación y no la competencia, en síntesis, el respeto al ambiente y la búsqueda de la felicidad para todos.