Garrapiñadas, pororó, medias, alfajores o ramos de flores se ofrecen a los peatones en cada cuadra del casco céntrico de Paraná, mientras empleadas municipales sostienen un eslogan con el cuerpo
Las vacaciones de invierno de 2025 traen más movimiento de las familias en las calles de Paraná: de siesta y en las primeras horas de la tarde la gente sale para aprovechar el sol y recorrer la Peatonal San Martín, las plazas, el parque Urquiza, la Costanera o disfrutar de alguna actividad gratuita.
Mientras tanto, los ya tradicionales puestos de garrapiñadas, algodones de azúcar o torta frita aguardan clientes entre el tumulto. Algunos con sus puestos hace décadas, otros hace meses, como una salida más ante la crisis económica, pero todos con la misma necesidad: hacer del oficio el medio de subsistencia, o un aporte más para que llegar a fin de mes no cueste tanto.
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